Cada final es un comienzo…
Memorias que vamos dejando en el ayer mientras desperdiciamos un presente haciendo planes para el futuro.
Unos ciclos se cierran y otros se quedan entre abiertos para recordarnos que todavía la lección no está aprendida…
Hacer las paces con eso que fuimos, es sin duda lo que más cuesta; levantarse el castigo, tomar lo bueno y recuperar la energía para volver a intentarlo.
Reconocer que no nacimos con un destino escrito, que las historias comienzan paso a paso, letra a letra, y se forjan entre risas y llantos… Caídas y altos vuelos, pero que sin duda alguna es toda nuestra y nos pertenece desde ese primer suspiro, confirmando nuestra llegada al mundo.
Todo comienzo es el final de algo… Y está en cada uno elegir lo que termina. Darle paso a lo que inicia.